Llegó la hora de conocer China
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Verónica Neghme
El ascenso de los nuevos dirigentes del partido y del gobierno en China, con Xi jinping como jefe de Estado, nos hizo saber que ellos ya se proyectan como una potencia no solamente económica, sino de todo orden, al mencionar éste el sueño de la reconstrucción de una gran nación china.
Y es que los chinos no han olvidado lo que fueron miles de años atrás: un imperio del centro, admirado en toda Asia, y al comienzo, cerrado a los extranjeros. Los chinos en esa época se bastaban a sí mismos, fueron una civilización que perduró desde 221 A.C hasta 1912 D.C, el imperio más antiguo el mundo. Inventaron el papel, la impresión, libros, acueductos, eran mucho más avanzados en sus inicios que Occidente. Los chinos han aprendido de la historia y ahora se han propuesto ser una gran potencia, revivir el sueño histórico, pausada y gradualmente, y profundizando la apertura económica iniciada con Deng Xiao Ping.
En el siglo XXI, con una Europa inmersa en sus problemas económicos, difíciles de solucionar en el corto plazo y con Estados Unidos que ya no tiene vocación de única potencia, el mundo se avizora multipolar con una China como segunda potencia económica mundial hoy y primera en Asia. Es indudable que la mirada se ha volcado al oriente y los negocios también.
China ya tiene relevancia en el ámbito internacional y fuerza suficiente para presentarse firme con sus posiciones frente a otras potencias, en los organismos multilaterales y como mediador en conflictos. Con las amenazas de Corea del Norte hacia el Sur y hacia Estados Unidos, China desempeña un rol catalizador para impedir un conflicto mayor, que podría amenazar su desarrollo como potencia. De ahí que racionalmente no debiera producirse una guerra declarada entre las dos Coreas, aún cuando según la teoría de “los estados locos” de Y. Droor, un escenario de irracionalidad siempre puede estar presente.
La UGM y su Instituto de Estudios del Pacífico y del Indico ofrecen una primera versión de un diplomado de Gestión de Negocios con China, con herramientas prácticas de managment, marketing y nichos de negocios, y también con profundos conocimientos de su historia, cultura, civilización, sistema político y económico. Hoy China ofrece inmensas posibilidades de negocios para Chile, no solamente a nivel de las grandes empresas como ha sido hasta ahora, sino principalmente para las pequeñas y medianas empresas, que pueden coadyudar a diversificar la canasta exportadora más allá del cobre y ofrecer servicios, en arquitectura, construcción, diseño, publicidad, en el marco del Tratado de Libre Comercio Chile- China.
Este diplomado ofrece conocimientos indispensables para importar adecuadamente y opcionalmente, se ofrece un viaje a China, en donde se podrá acceder a redes de negocios importantes. Hacer negocios con China es un complejo proceso que toma tiempo, hay que cultivar la paciencia, y las redes (Guanxi), no obstante es una apuesta a largo plazo pero segura, en un mundo que será primordialmente oriental.